9 de octubre de 2014

Cometas y Asteroides: conceptos básicos

Antes de lanzarnos al espacio a descubrir los secretos y maravillas de esas "rocas" que se encuentran más allá de los confines de nuestro planeta, es necesario que comprendamos unos conceptos básicos sin los cuales no podremos ir a ninguna parte. Son nuestro punto de partida, nuestra referencia de aquí en adelante.

Creemos que conocer bien cada uno de los cuerpos menores que forman parte del Sistema Solar es del todo necesario, no solo para poder seguir este blog u otras publicaciones científicas, sino también como mera cultura general. A pesar de que en realidad son muy fáciles de distinguir, todavía existen medios de cierta seriedad que confunden sistemáticamente estos términos y siembran con ello la ignorancia por doquier. Humildemente esperamos desde aquí poder arrojar algo de luz en la inmensa oscuridad del desconocimiento cósmico.

Y sin más preámbulos, pasemos a conocer los objetos que hacen que miremos al cielo embelesados:

Cometa: es un cuerpo compuesto principalmente por rocas, hielo y polvo. Debido a la excentricidad de su órbita, sus materiales se subliman al acercarse al Sol generándose una o varias colas luminosas.

cometa
Cometa Halley

Asteroide: cuerpo rocoso y/o metálico de más de 50 metros de diámetro que orbita alrededor del Sol.

asteroide
Asteroide Ida

Meteoroide: cuerpo rocoso y/o metálico de menos de 50 metros de diámetro que orbita alrededor del Sol.

Bólido: fenómeno luminoso con un brillo superior al del planeta Venus producido por la entrada en la atmósfera de un asteroide o de un meteoroide.

bólido
Bólido de Villabeto de la Peña

Meteoro: fenómeno luminoso, popularmente conocido como estrella fugaz, provocado por la entrada en la atmósfera de partículas de polvo, hielo o pequeñas rocas.

estrella fugaz
Meteoro o "estrella fugaz"

Meteorito: cuerpo natural que estaba en el espacio cuyos fragmentos alcanzan la superficie después de atravesar la atmósfera.

meteorito
Meteorito "El Chaco" en Argentina

En resumen podemos decir que los cometas, asteroides y meteoroides son cuerpos celestes que se encuentran orbitando el Sol. Los bólidos y las estrellas fugaces son fenómenos luminosos que se producen cuando uno de esos cuerpos entra en contacto con la atmósfera. Por último, los meteoritos son los restos de esos cuerpos que consiguen llegar a la superficie. Son varias las toneladas de material prodecente del espacio las que llegan a nuestro planeta cada día. Por suerte, nuestra atmósfera se comporta a altas velocidades como un fluído muy denso, un auténtico escudo protector, y la cantidad de material que llega a tocar suelo es ínfima. No obstante, hay que tener presente que siempre existirá la posibilidad de que caigan fragmentos de considerable tamaño.

Una vez que conocemos los conceptos fundamentales, cabría preguntarse si el avistamiento de un bólido o de una estrella fugaz es un indicio claro de que ha caído un meteorito en la Tierra. La respuesta es relativa. De lo que sí estamos seguros es de que una estrella fugaz nunca se convierte en meteorito dado que se trata de partículas tan pequeñas que se funden a unos 100 km de altura. Un bólido, por el contrario, sí que podría dar como resultado la caída de fragmentos que lleguen al suelo pero no siempre. Que ello se produzca depende del tamaño del cuerpo que entra en la atmósfera, su masa, velocidad, ángulo de entrada y del material del que está compuesto.

Sea como fuere, el estudio de los cometas y de los asteroides así como de los fenómenos asociados a los mismos, constituye un campo apasionante que nos proporciona una información muy valiosa acerca del origen de nuestro Sistema Solar, de nuestro planeta y hasta de nosotros mismos.

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